sábado, 14 de octubre de 2017

Conectando tu trabajo con la obra de Dios día 2

La dignidad del trabajo


El trabajo de toda clase, ya sea con las manos o con la mente, evidencia nuestra dignidad como seres humanos: porque refleja la imagen de Dios el Creador en nosotros.

Se nos ha encargado un trabajo específico porque hemos sido hechos a imagen de Dios. ¿Qué significa esto? La estrecha conexión de Génesis capítulo 1, versículo 26, con el mandato a “gobernar”, muestra que este acto de gobernar es un aspecto definitorio de lo que significa ser hechos a imagen de Dios. Se nos llama a sustituir a Dios aquí en el mundo, a ejercer la mayordomía sobre el resto de la creación en su lugar como sus regentes. Compartimos el hacer cosas que Dios ha hecho en la creación: poner orden en el caos, construir una civilización de manera creativa a partir de lo físico y de la naturaleza humana, cuidar de todo lo que Dios ha hecho. Esto es una gran parte de aquello para lo que Dios nos ha creado.

El trabajo tiene dignidad porque es algo que Dios hace y porque nosotros lo hacemos en el lugar de Dios, como sus representantes.

Hemos sido hechos para trabajar y la dignidad que nos otorga como seres humanos, sin importar el estatus o el sueldo. Las implicaciones prácticas de este principio son de largo alcance. Tenemos la libertad de buscar un trabajo que se ajuste a nuestros dones y pasiones. Podemos estar abiertos a mayores oportunidades para trabajar cuando la economía es débil y no abunda el empleo. Ya no tenemos base para la condescendencia o la superioridad; tampoco para la envidia o los sentimientos de inferioridad. Y todo cristiano debería ser capaz de identificar, con convicción y satisfacción, el modo en que su trabajo participa de Dios en su creatividad y cultivo.

Génesis 1:26-27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Reina-Valera 1960 (RVR1960) Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

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