Su amor por nosotros
Nuestro amor por Dios, nunca puede igualar su amor infinito por nosotros. Él nos amó cuando éramos sus enemigos. Pero si nuestro amor por Él debe crecer y ser maximizado, entonces necesita expresión. El amor anhela la expresión. Muchas personas tienen un montón de amor embotellado dentro de ellos, pero no pueden expresarlo de ninguna manera.
Las palabras de Juan en su primera epístola, explican las acciones que el amor nos obliga a hacer: Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado. Como el Mesías magnético nos acercó a través de círculos concéntricos, hay ondas que salen de nuestra relación de amor con Él. Los círculos concéntricos se están ampliando a medida que avanzamos de ver, a predicar y proclamar de su amor. ¿Ha visto a una señorita recién comprometida con un brillante en su mano? ¿Ella anda con su mano detrás de ella para que nadie pueda ver su anillo de compromiso? ¡No, lo mostrará en todas partes!
La verdad es que hablamos más de lo que amamos. La mayoría de la gente ama a sus hijos más que nada en el mundo, por lo que presumen a sus hijos cada oportunidad que tienen. Algunas personas aman sus posesiones más que otra cosa, por lo que les escuchará hablar de dinero, su barco nuevo o casa vacacional. A algunos muchachos les encantan los deportes, por lo que hablarán de jugadas históricas y promedios de bateo. Y hay algunas personas que hablan de Jesús más que cualquier otra cosa. ¿Por qué? ¡Porque aman a Jesús más que nada!
Cuando Juan dijo «nuestra» comunión, se refería a la experiencia compartida que él y los otros discípulos tuvieron con Jesús. Eso es lo que quiere transmitir. Eso es lo que puede satisfacer nuestra necesidad de intimidad en el nivel más profundo. Y esa intimidad traerá gozo. El versículo cuatro del capítulo uno nos dice que el propósito por el cual Juan escribe esta carta, es que quiere que sus lectores compartan su experiencia de Jesús, para que puedan tener el gozo de la comunión con Jesús igual que él. No debemos permitir que el amor a este mundo, la culpa, ni el miedo pongan una cadena alrededor de nuestro cuello y nos impidan disfrutar del gozo que viene de nuestra comunión con Él.
Gracias a nuestra RELACIÓN con Jesús ...
Tenemos posición, vida eterna, seguridad eterna, somos habitados por el Espíritu Santo, somos sellados por el Espíritu Santo, muerte sustitutiva de Cristo, y somos provistos por la sangre de Cristo.
Y por la COMUNIÓN que gozamos con Jesús ...
Tenemos condición, vida abundante, desafío temporal, somos guiados por el Espíritu Santo, con los frutos del Espíritu Santo, vida sustitutiva de Cristo, y somos sostenidos por la sangre de Cristo.
Romanos 5:5.10
5y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
1 Juan 1:3-4
3lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
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