miércoles, 14 de septiembre de 2016

Dando se Recibe

Cuando nos acercamos a un objeto, vemos sus detalles, pero no el conjunto. Al tomar distancia, observamos el todo.

Así tambien en nuestra vida: estamos tan preocupados con los pequeños sinsabores e intereses que no nos damos cuenta de las necesidades en nuestro entorno.

Reflexionemos: ¿No es cierto que, muchas veces, nos preocupamos más por nuestro pequeño dolor que por un acontecimiento mucho más serio, como la muerte de un amigo?

Si miramos las necesidades de los demás, ya no nos importarán tanto nuestros problemas.

"El Señor me ha dado una lengua de discipulo para que sepa sostener con mi palabra al cansado. Mi defensor está cerca, ¿quien me denunciará? ¡Comparezcan juntos! ¿Quién me va a acusar?"
(Isaias 50,4.7-9)

Fuente: Carmen SEIB. 

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